Tipo de suelo: Suelo rico, bien drenado y arcilloso con materia orgánica.
Frecuencia de riego: Regular; mantén el suelo constantemente húmedo pero no encharcado.
Exposición a la luz: Sombra parcial a luz filtrada; tolera algo de sol directo en climas húmedos.
Requisitos de temperatura: Prefiere temperaturas cálidas (20–30°C | 68–86°F); sensible a las heladas.
Fertilización: Cada 4–6 semanas durante la temporada de crecimiento con un fertilizante equilibrado.
Poda: Recorta hojas muertas y flores marchitas para fomentar nuevo crecimiento.
Plagas comunes: Áfidos, ácaros y cochinillas.
Mantén la humedad para un crecimiento óptimo y una floración vibrante.