Cicas

Explora nuestra colección de Cycas, que presenta antiguas plantas parecidas a palmeras, admiradas por sus frondas con forma de pluma y su llamativa forma simétrica. A menudo confundidas con palmeras, las especies de Cycas forman parte de la familia de las cicadas y han existido desde tiempos prehistóricos. Conocidas por sus troncos gruesos y frondas verdes y exuberantes, las Cycas son populares tanto en paisajes tropicales como modernos. Prosperan a pleno sol o sol parcial, en suelos bien drenados y requieren riego mínimo; las plantas de Cycas añaden un toque de belleza exótica y son perfectas para contenedores, jardines o decoración interior.

Colección: Cicas

Cycas: Elegancia Atemporal en Verde

El género Cycas representa una de las linajes más antiguos de plantas con semillas, con orígenes que datan de la era Mesozoica. Entre las más admiradas se encuentra la Cycas revoluta, comúnmente llamada palma de sagú, apreciada por su forma escultórica y vitalidad duradera. Estas especies se adaptan bien tanto a ambientes interiores como exteriores, donde aportan una presencia tropical distintiva y evocan paisajes prehistóricos.

Cycas siamensis con tres conos naranjas

Cycas Revoluta: La Palma de Sagú Clásica

La Cycas revoluta sigue siendo una de las cícadas más reconocibles gracias a su roseta simétrica y hojas pinnadas y brillantes. Cada fronda se asemeja a una pluma y crece rígida hacia arriba, creando un efecto arquitectónico armonioso. Adecuada para macetas, jardines de roca o parterres de suelo abierto, esta planta prospera en sustratos arenosos o rocosos con buen drenaje. A pesar de su crecimiento lento, su longevidad y resistencia a condiciones de sequía la hacen muy valorada en la horticultura ornamental.

En su rango natural, principalmente en el sur de Japón y las islas Ryukyu, la especie crece en pendientes costeras y afloramientos rocosos. Esta preferencia por sitios bien drenados y expuestos al sol explica su adaptabilidad a paisajes cultivados en todo el mundo.

Hoja de planta de sagú variegada en amarillo

Cuidado de las Plantas de Cycas

El cuidado óptimo para una planta de cycas comienza con su ubicación correcta. Estas plantas prefieren luz brillante, con algo de tolerancia para sombra parcial en regiones más calurosas. Requieren riego mínimo, ya que la humedad excesiva favorece la pudrición de las raíces. La rutina de cuidado de la palma de cycas también se beneficia de la fertilización ocasional con nutrientes balanceados ricos en potasio y magnesio, que apoyan el desarrollo foliar y el vigor general.

Debido a que las cícadas crecen lentamente, rara vez necesitan poda, excepto para eliminar frondas viejas o amarillentas. Su resistencia natural a muchas plagas simplifica aún más su manejo, haciéndolas aptas incluso para quienes tienen poca experiencia en jardinería.

  • Linaje antiguo con orígenes de más de 200 millones de años
  • Prefiere suelos bien drenados, arenosos o rocosos
  • Alta tolerancia a la sequía una vez establecida
  • Crecimiento lento pero longevidad excepcional
  • Mantenimiento mínimo y resistencia a plagas

Diseño versátil con Cycas

La palma de sagú Cycas revoluta ofrece gran versatilidad en el diseño, aportando tanto textura como elegancia estructural. En jardines, puede servir como pieza central solitaria o como parte de plantaciones mixtas con suculentas y otras especies adaptadas a la sequía. En interiores, cuando se cultiva en contenedores grandes, proporciona un acento llamativo que realza tanto interiores minimalistas como inspirados en el trópico.

Más allá de sus cualidades estéticas, las cícadas también cumplen roles ecológicos. Su asociación con cianobacterias fijadoras de nitrógeno ayuda a enriquecer suelos pobres, contribuyendo a las comunidades vegetales circundantes. Esta adaptación única destaca su éxito evolutivo y significancia ecológica. Al cultivar la palma cycas revoluta y especies relacionadas, se preserva una conexión viva con la historia botánica mundial mientras se disfruta de su valor ornamental duradero.

Cycas armstrongii en hábitat en Australia